Tuesday, 6 November 2012

Tumbas sin nombre en el cementerio de Motril.......





Nichos tapiados y encalados, de blanco y cemento entre lápidas de mármol.    
Sin flores que los decoren ni familiares que los visiten. Apenas un modesto cartel con el rótulo en letras de imprenta: "Mujer Subsahariana. 10-07-2010". "Hombre subsahariano. 25-07-2010". Alguno tuvo suerte y se le pudo identificar, aunque no hubo familia al otro lado del mar que reclamase el cuerpo, quizás ésta porque ni siquiera sabe que sucedió con él. Pero el nombre y apellido son la única diferencia en sus nichos encalados.   


Hace apenas una semana, el cementerio de Motril recibía los cuerpos de 14 inmigrantes ahogados en el naufragio de una patera, en dos tandas, primero siete que fueron enterrados el viernes 26 de octubre y otros siete al día siguiente. Al menos uno de ellos era un menor de 16 años, el resto adultos; la mayoría hombres.

El oficio religioso que precedió al entierro, en la Iglesia motrileña de la Divina Pastora, provocó incluso una polémica entre el Ayuntamiento de Motril y Granada Laica. Esta organización consideró "irrespetuoso" que se celebrase un funeral católico cuando resultaba "imposible" conocer las creencias de los fallecidos. Aunque el Ayuntamiento defendió el respeto de la ceremonia y la "buena voluntad" al organizarla, el detalle sirvió para subrayar la desolación de estos entierros sin identidad.

Lo que más llama la atención es como, más allá del momento posterior a cada tragedia, que copa portadas de periódicos y abre telediarios, cuando las autoridades y las ONG acuden consternadas a la estampa, son nichos sin recuerdos, sin fotografías ni ramos de flores. Organizaciones como Motril Acoge se han ocupado alguna vez de adecentar los nichos, pero son los vivos quienes centran su atención, y no es una tradición ni nada parecido.

El cementerio de Motril acoge los restos de algo más de 30 inmigrantes sin reclamar, de los más de 50 que han muerto en la zona en los últimos 20 años a causa de naufragios de pateras y otros accidentes. Algunos fueron rescatados ya sin vida en otros municipios y allí descansan, como el hombre cuyo cuerpo apareció en la playa de La Rábita en Albuñol en 2005.

Los nichos sin lápida aparecen rodeados por otros de vecinos motrileños, con historiadas lápidas, mensajes de la familia y mujeres que acuden el 1 de noviembre a cambiar las flores y limpiar el nicho. Si aparece algún ramo junto a las lápidas de cal, nadie sabe nada. Comentan que junto a las de los cinco ahogados de 2010, dos de ellos bebés, suele aparecer de vez en cuando una flor solitaria que en el cementerio atribuyen a la familia de algún vecino de nicho, pero no es algo habitual, y el sencillo reconocimiento continúa anónimo.

Como el de Motril, muchos otros cementerios de las costas españolas son testigos del goteo constante de muertes del paso del Estrecho, que en las últimas semanas ha dejado 23 muertos y decenas de desaparecidos -sólo en la de los 14 últimos llegados a la costa granadina, más de 40-. Los nichos sin lápida son el recordatorio mudo, pero evidente, que asalta la vista en estos días de quienes van a visitar a sus propios difuntos.




 Whitewashed walled niches between marble headstones.  Without flowers that decorate them neither family that they visit them.  
 Barely a modest placard with the sign in print:  "Sub-saharan woman.  10-07-2010".    "Sub-saharan man.  25-07-2010".  
Had no luck and you will be unable to identify, there was no family on the other side of the sea that was claiming the body, perhaps this because they don't even know what happened to him. 
But the full name are the only difference in their whitewashed niches.

Barely a week ago, the cemetery of Motril received the bodies of 14 immigrants drowned in the shipwreck of a small boat, in two shows, first seven that were buried Friday 26 of October and other seven the next day.  At least one of them was a less than 16 years, the adult remainder; the majority men. 

The service  preceding the burial, in the Church motrileña of the Divine Shepherdess, caused a controversy between the City Hall of Motril and Granada Secular.  This organization considered it "disrespectful" that a catholic funeral was celebrated when it was "impossible" to know the beliefs of the dead.   
Although the City Hall defended the respect of the ceremony and the "good will" upon organizing it, the detail served to underline the desolation of these burials without identity. 

What more calls the attention is like, beyond the moment after each tragedy, that newspapers cover sheets cup and opens news programs, when the authorities and the NGO respond dismayed to the stamp, are niches without memories, without photographs neither branches of flowers.  
 Organizations such as Motril Receives have been occupied  time to time to  tidy the niches, but it is the living they focus their attention on.

The Motril cemetery houses the remains of   just over 30 unclaimed immigrants, of the 50 who have died in the area in the past 20 years because of wrecks of boats and other accidents .Some were rescued  lifeless in other municipalities and rest there, as the man whose body was found on the beach in La Rabita Albuñol in 2005.

Niches with no headstone are surrounded by other neighbors Motril, with storied gravestones, family messages and women attending the November 1 to change the flowers and clean the niche. 
 If any branch next to the grave of lime, nobody knows anything. They comment that alongside the five drowned in 2010, two of them infants, usually appears occasionally a solitary flower in the family cemetery attributed to a neighbor of niche, but it is not common, and the simple recognition  continues anonymously.


As well as Motril, many other cemeteries on the Spanish coast are witnessing the steady trickle of deaths over the Strait, which in recent weeks has left 23 dead and dozens missing, only 14 arrived safely in the Costa Tropical out of more than 40. 
Niches with no tombstone are the silent reminder  that assault the eye these days of those who are going to visit their own dead.